
A la mañana siguiente ya no había olas.
Pepa y sus amigas fueron a la playa a recoger tooodos los cuentos que se habían salido de las conchas, y estaban todos por ahí desparramados.
Luego echaron las conchas llenitas al mar, y descubrieron así que cada una tenía su cuento.
El suyo se llamaba ,Pepa mariscadora de cuentos.
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